LA MITOLOGÍA COMO RECURSO
Goya, Saturno devorando a su hijo (1823)
Lo
que nos dice Goya no es sólo que Saturno devore a sus hijos para evitar que
alguno de ellos lo desbanque (lo que hará Zeus, a quien su madre ocultó para
salvarlo) de la misma manera que él hizo con su padre. Las interpretaciones del
arte van más allá, pero quizá nunca lleguemos a agotar las ideas que subyacían
en la mente del autor (en este caso Goya).
Saturno
(dios de la mitología romana) se asimila a Cronos, dios del tiempo en la
mitología griega. Y es en este sentido, en el que el tiempo se devora a sí
mismo en tanto que pasado (su padre Urano), presente (él mismo) y futuro (sus
hijos). Por mucho que nos empeñemos en orientar el porvenir, éste seguirá su
destino según la mitología griega, en este caso de la mano de Zeus destronando
a su padre.
Pero
Goya está en su etapa de pinturas negras, donde se constata el tiempo que le ha
tocado vivir: una guerra de independencia contra los franceses (cuya crudeza
cuenta en sus desastres), una vuelta
al absolutismo de Fernando VII (devorando la Constitución de 1812 y todo lo que
ella significaba de futuro y modernidad) y su propia vida, forzado al exilio en
1823 tras la nueva etapa absolutista. El tiempo (Saturno, Cronos…) todo lo
devora.