MENSAJE EN LA BOTELLA
Llegué
al aeropuerto con la lengua fuera por miedo a perder el avión, con el tiempo
justo para hacer un pasillo de cintas divisorias que me obligaba a recorrer 150
metros lo que hubiera podido hacer en sólo 7. Cuando entré en el escáner me
acordé de que no podía pasar la botella de agua; me apremiaron para que me diese
prisa y al sacar la botella me dejé media etiqueta rasgada en la mochila.
Nada
más pasar el control policial los altavoces me advierten de que tengo el deber
de estar atento a las pantallas porque no se informa por megafonía. Compruebo que
mi vuelo se ha retrasado 2 horas (se ve que el deber sólo era mío). Bueno, al
menos podré beber agua tranquilamente; tengo que comprar otra botella: 4,80
euros (no hay competencia). Me siento tranquilamente, pero cuando voy a abrirla
me doy cuenta de que le falta una parte de la etiqueta. Sólo faltaba que…. Busco
en la mochila el trozo que se rasgó en el control del escáner; premio: coinciden
como las dos partes del plano de localización de un tesoro.
Vuelvo
al control del escáner (al menos las dos horas de espera me han servido para
algo); les digo lo que me pasó con la botella de agua. Tras una discusión
estúpida me dicen que pude haber roto yo la etiqueta ahora y que por eso coinciden;
no hay forma de demostrar lo contrario. Regreso a la zona de embarque.
Poco
tiempo después empiezan a llamarnos: primero los discapacitados, a continuación
bisnes, familias con niños, los de tarjeta plus, los que tienen prioridad,
clase A, clase B, clase C, grupo 1, 2, 3 …… No importa, lo que querían era
mantenernos de pie para que no esperase el avión que nos iba a recoger cuando
llegara (tarde). A un señor que iba en silla de ruedas le permitieron seguir
sentado.
El
viaje corto se me hizo largo; no pude leer porque la luz de lectura no
funcionaba. La azafata me dijo que debía de estar averiada, pero que podía
echar una reclamación en los mostradores de la compañía. Llegamos con más de las
dos horas del retraso inicial y el autocar que debía llevarme a mi destino se
había ido porque había acabado su horario (al menos las luces del aeropuerto
estaban encendidas para el aterrizaje). Cogí un taxi (60 euros más) y di
gracias a Dios por poder haber enlazado a la ida con el vuelo internacional.
P.D. Ni la compañía aérea era de bajo
coste ni el aeropuerto de lejanas tierras.
P.D. 2
Hoy, 26/3/2018, Aena ha fijado en 1 Euro el precio de la botella de agua en los aeropuertos españoles. Creo que han leído mi entrada de 3/9/2016.
P.D. 2
Hoy, 26/3/2018, Aena ha fijado en 1 Euro el precio de la botella de agua en los aeropuertos españoles. Creo que han leído mi entrada de 3/9/2016.
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